En 2012, Columbia Heights fue nombrado uno de los vecindarios con gentrificación más rápida en los Estados Unidos por el Instituto Fordham. El costo medio de la vivienda allí comenzó a aumentar de $461K en 2015 a $672K en 2022, lo que provocó que las familias de recursos escasos y moderados se vieran obligados a abandonar sus hogares porque ya no podían mantener una vivienda en Columbia Heights. Aunque algunas familias recurrieron al alquiler como opción, este costo de alquiler también se ha encarecido. El Instituto Urbano encontró que el 79% de los inquilinos utilizan el 30% de sus ingresos mensuales en el alquiler de sus viviendas.

Grandes tiendas se encuentran en el lugar de lo que solían ser tiendas y restaurantes locales. Estos nuevos servicios pueden parecer beneficiosos para posibles residentes en el futuro, sin embargo, no lo son para los residentes actuales. Los costos de vida se han elevado y son inasequibles para los residentes minoritarios. Estas personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido al esfuerzo del gobierno de D.C. para atraer a nuevos residentes jóvenes, ricos y típicamente blancos. El número de los residentes blancos aumentó un 15% entre 2010 y 2022. 

En 2010, 43.5% de los residentes de Columbia Heights eran negros. En 2022, 31% de los residentes de Columbia Heights eran negros. Columbia Heights es un vecindario históricamente negro en Washington D.C. Experimentó daños significativos en los disturbios de 1962 después del asesinato de Martin Luther King Jr., con desinversión y una disminución de la población permanente que siguió hasta la década de 1990. El alcalde Anthony Williams se fijó la meta de revertir la disminución de la población de D.C. durante décadas en 2003. Quería atraer 100,000 nuevos residentes a D.C.

Se desarrollaron e implementaron estrategias de inversión en vecindarios en D.C., incluyendo a Columbia Heights. Se utilizaron incentivos financieros para incrementar la construcción de viviendas de mayor densidad, locales comerciales y oficinas cerca de los sistemas de transporte público. Los planificadores querían atraer adultos trabajadores para aumentar los ingresos fiscales de la ciudad. Ellos también pensaron que esto se podría lograr con ciertos comercios y una estación del metro para así ganar más residentes rápidamente. Hicieron una inversión adicional de $138 millones para hacer más atractivo el vecindario.

Este problema va más allá de Columbia Heights. La señora Mahoney, maestra de B-CC y residente del área de Shaw en D.C. explica, “cuándo me mudé allí por primera vez, era muy económico vivir en Shaw. Pude pagarlo con solo el salario de una maestra nueva. No sería capaz de hacer lo mismo ahora.”

Cuando se agregan nuevos servicios para atraer a personas jóvenes, ricos y blancos, se causan más daños y desplazamientos a los residentes minoritarios.