“Me hace mucha ilusión estar en un clima cálido, cerca de la playa y en un ambiente más relajado, donde estoy segura de que viviré experiencias increíbles que no podría vivir si me quedara en la costa este,” afirma Mercedes Tijerino, estudiante de último curso de B-CC que asistirá a la Universidad Estatal de San Diego el próximo otoño.

Asistir a una universidad lejana puede ser una perspectiva desalentadora para muchos, ya que de repente te ves empujado a un nuevo estilo de vida caracterizado por una mayor carga y responsabilidad. Sin embargo, muchos alumnos de último curso de la promoción de este año parecen dispuestos a aceptar este pronóstico, pues creen que ciertas ventajas, como una mayor independencia y nuevas experiencias, compensarán sin duda cualquier pequeño inconveniente.

Mercedes, que ha pasado toda su vida visitando California, dice que “siempre se ha sentido atraída por el estado debido a que tiene parientes allí y se siente muy cómoda.”

Otra alumna de último curso de B-CC, Ava Pilot, que asistirá a la Universidad de St Andrew en Escocia el próximo otoño, señala otra ventaja de asistir a una institución lejana: mayores opciones académicas, que le serán especialmente beneficiosas como licenciada en Ciencias de la Tierra y Medioambientales.

“Me encanta el programa de ciencias de la tierra en el que he entrado: profesores estupendos, un trabajo de campo increíble y una pequeña comunidad científica,” dice Ava, agregando que también le entusiasma la idea de ampliar su visión del mundo y explorar nuevos lugares: “podré coger vuelos muy fáciles y baratos por toda Europa, lo que me permitirá viajar mucho.”

Rachel Pastreich, que asistirá a la Universidad de Boston en otoño, afirma que “la escuela ofrece un programa excelente y en profundidad para mi especialidad, las relaciones internacionales.” También está deseando conocer gente y culturas nuevas: “hay muchos estudiantes internacionales en BU, así que me entusiasma conocer a estudiantes de todo el mundo y aprender sobre sus culturas.”

Milena Honku, estudiante de último curso que asistirá este otoño al Barnard College de Berlín (Alemania), expresa un sentimiento similar: “me entusiasma conocer una nueva cultura.” También está deseando ser más autosuficiente y experimentar la vida en una nueva región, agregando: “estoy deseando tener mi propio espacio y ser independiente; cuando era pequeña, siempre estaba obsesionada con esos vlogs de youtube sobre vivir en el extranjero, así que estoy muy emocionada.”

Una vez más, esto no quiere decir que viajar tan lejos para ir a la universidad no tenga sus inconvenientes. Ava expresó su preocupación por viajar tan lejos, afirmando: “la distancia fue sin duda un factor importante en mi decisión. Tuve que considerar los vuelos, la nostalgia y las grandes diferencias horarias.” Mercedes tenía una preocupación similar y agregó: “no elegí la Costa Oeste porque estaba muy lejos de mi familia. Ojalá estuviera más cerca. Pero no quería abandonar mi sueño de irme a California sólo para estar cerca de la gente.”

Sin embargo, esto no debe disuadir a nadie de salir de su zona de confort y dar un salto de fe al embarcarse en este nuevo capítulo de sus vidas, porque la incomodidad es lo que permite el desarrollo, el autodescubrimiento y la capacidad de un nuevo comienzo, que es lo que también buscan estos estudiantes de último curso de secundaria.